martes, 12 de mayo de 2009

EL ÁNGEL EXTERMINADOR


¿Han escuchado el relato bíblico de la pascua?, bien, antes de salir de Egipto, el Pueblo Elegido por Dios, debía ofrecer un holocausto, es decir, tendrían que sacrificar un cordero, cocinarlo y comerlo esa noche, además, con su sangre, debían de marcar el umbral de la puerta de su casa, para que, al pasar el Ángel Exterminador (ángel de la muerte), no entrara en sus moradas y tomara la vida de los primogénitos, y tenían que hacerlo, pues aun siendo del Pueblo Elegido, el Ángel no iba a hacer distinciones.
Sangre y muerte, sumisión y desobediencia, sacrificio y vida, desde entonces son decisiones, ¿Qué vamos a elegir?

Una vez fui Príncipe del Desierto
Reinaba sobre las solitarias arenas
Y solo el viento confortaba la sequedad de mi boca
Más fui expulsado
Por que parece que el desierto no es para los solitarios

De templo en templo
Solo vidas he de tomar
Soy niebla que arranca la existencia
Así, solo ando a la altura del suelo
Ese es mi trabajo, no más

Almas, sin sangre
Más soy despreciado
De forma ridícula me expulsan
Tomar una vida, para salvar
Sangre contra muerte, ó
¿Vida por muerte?
Cordero aun creen en ti

A pesar de esto (como bien expuso un surrealista), nos encerramos ante lo evidentemente imaginario, o mejor dicho, ante la fantasiosa realidad, y es que, aquello que esta ante nuestros ojos no podemos verlo, por eso le tenemos tanto miedo, son auto-consentimientos vacíos.

No se si pertenezco a Dios o al Diablo
Pues los dos me ordenan
Ya no existen tormentas
Ya no existe el Sol ni la Luna

Solo, no conocía sentimiento alguno
Ahora me rechazan
No entiendo

¿Hay algo opuesto a todo esto?, de todos los seres humanos existentes, hay algunos que ni si quiera entienden el significado de una decisión, o no lo piensan, pero la falta de cultura no es justificación, simplemente son insensatos. Algunos otros viven en estado de inocencia, mas no creo que esto sea pureza, pues cada quien sabe lo que siente. Otros simplemente vamos por la Senda del Diablo (si, lo se, pero no tengo que pedir disculpas, ¿o si?).


Simple y sencillamente lo he olvidado todo.